domingo, 21 de diciembre de 2008

AY! PORTUGAL, POR QUÉ TE QUIERO TANTO?

Pues eso! Nos encanta el país vecino. Y digo yo que, ya que cuando era pequeña, supongo que por aquello de la vecindad, en el colegio nos hacían estudiar francés, tenían que habernos puesto como asignatura obligatoria también el portugués. Y es que la primer vez que puse los pies en Portugal, las pocas palabras que entendía, porque se comen las vocales al hablar, me daban una risa ciega. Me parecía talmente un español hablado en coña marinera. Y es que llamar a la pantorrilla "barriga do perna", al cepillo de dientes "escoba os dentes" y al moño "carrapito", por poner un ejemplo, qué queréis que os diga, me da la risa. Ah! y el año pasado me enteré que lo que me estaba comiendo que era "perú", no era un pais, era PAVO. Como lo vi tan blanquín, en mi ingenuidad y malestar de estómago, creí que era pechuga de pollo y yo le decía a nuestros amigos portugueses (que son encantadores y siempren nos invitan a cenar a su casa), "ponerme un poco más de esa pechuga de pollo que está tan rica". Muerta de risa la anfitriona (ahora le tocaba a ella) me dijo: es perú! (fue cuando me crei que me estaba zampando un país). Así que este año, con la lección aprendida fui yo la que le pedí la receta porque de verdad que está riquísimo y suavísimo. Ni que decir tiene que el vino que nos dieron estaba también estupendo pero... el OPORTO! (Gracias!) MHHH, me gusta casi tanto como el chocolate. Espero que no se ofendan por lo que estoy contando porque les consta que, de verdad, nos encanta Portugal, su gente, su cielo, su paisaje, su luz... pero no puedo evitar que, además de ternura, me de la risa con alguna que otra palabra. Como nos sobra osadía, solemos ir a la revista al Teatro MARIA VITORIA pero este año ya no había. Fue una pena porque el año pasado uno de los actores le tiraba los tejos a mi marido desde el escenario diciéndole: "el del jersey bermello que suba aquí" y todos mirando y aplaudiendo Y el otro, se despidió haciendo "mutis" pero tirándole besos! Bueno, para consolarnos, vimos la película de AMÁLIA, sobre la vida de Amália Rodrigues y otra de dibujos, MADAGASCAR. Si nunca visteis una película infantil en portugués, os recomiendo que, aunque sólo sea una vez, no os lo perdáis.
El consejo de hoy tiene que ver con un alimento pero es un remedio para las quemaduras: cuando se produce una, sea cual sea su extensión, el primer auxilio es colocar la parte afectada debajo de agua fría corriente hasta que calor disminuya y pare de quemar las capas de la piel y después, clara de huevo, levemente batida (sólo para que sea más fácil de aplicar). Se coloca capa tras capa de claras semi batidas (al fin y al cabo es colágeno puro y natural, lleno de vitaminas) hasta que se note la mejoría. No quedará ni rastro.

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