lunes, 8 de diciembre de 2008

SERVIDORA NO BAILA QUE ESTÁ SUDÁ PERO ACEPTARÍA GUSTOSA REFRIGERIO EN BARRA

Hete aquí que a mi amiga la Gertru, que había estado desmandada como una peonza en la pista de aquella discoteca y ya se retiraba, la invitó un mozo a bailar y, sincera como ella sola, le contestó eso, lo del título (que no lo voy a repetir). A eso llamo yo no perder la ocasión porque, si viene un mozo de buen ver y mejor tocar y ya no puedes ni con los pinreles, no hay que dejarlo escapar. Igual es el premio nobel de la esquina, tu media naranja o el que te va a comprar ese piso que hace mil años tienes en venta y no acabas de quitarte de encima porque ¿quién conoce realmente los designios del Señor? El caso es no dejar pasar las oportunidades. Es muy de agradecer que alguien te diga "chatina, quién te puso ahí? cuando son las "tarantas y otras tantas" de la noche, estás despelujada, los tacones te matan, la faja que te has puesto para disimular el michelín traicionero "rollito primavera" ya no la aguantas y justo en ese momento te estás preguntando qué diablos haces tú allí si lo que estás deseando es llegar a casa, quitarte toda esa parafernalia, darte un baño de espuma y tirarte bien calentina en la cama a ver la televisión, aunque sea la teletienda donde anuncian las cosas más peregrinas que, en tu ingenuidad, ni sabías que existían. Sopesas la oferta y, si, lo de casa es tentador pero el mozo tiene buena pinta, te mira con ojos golositos y además sonríe con unos paletones separados que te roban el corazón. Total que, en vez de hacer lo sensato, te quedas allí charlando y..., el resto de la noche os lo cuento otro día porque está feo querer saberlo todo de golpe. Eso si, cada uno que le ponga imaginación y piense lo que quiera. ¿Cómo habrá acabado la noche? Se habrá arrepentido la Gertru? Bueno, con lo enamoradiza que es ya la veo venir el próximo día diciéndome que ya encontró su media naranja, que esta vez va en serio, que éste no la va a dejar plantada cuando le cuente todas esas manías que tiene y que, desde luego, donde vaya ella va su madre (que se cree Sarah Bernhardt y anda por la casa representado todo el día la alegoría del viento), su tía Gertru (por eso ella se llama así) con sus 9 gatos y el loro de la vecina que hace años adoptó. En fin, una lástima. Me parece que ya puedo ir preparando los pañuelos de papel (no digo marcas que luego me dicen que hago publicidad) porque puede que acabe como la canción aquella de "un flecha en un campamento, chis, chis (bis), la colchoneta .... etc (si, ya lo se, soy mayor porque si no, no sabría esas canciones del año del picor. Y qué?).
Consejo culinario: Si compras un frasco de pasta de pimiento choricero y no lo utilizas todo, aunque lo metas en la nevera a los pocos días lo tendrás que tirar. Hay gente que le echa un poco de aceite por encima pero si quieres asegurar que te dure de verdad, echa lo que te sobre en una cubitera de hielo. Una vez congelado en cubitos, envuelve uno por uno en papel film y los metes en una bolsa en el congelador. Siempre lo tendrás a mano y sin problemas

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