viernes, 12 de junio de 2009

SACRAMENTOS VARIOS

Ya se que hace tiempo que no escribo pero, en mi descargo, tengo que decir que mi nieto, me tiene muy entretenida y todo no se puede hacer. El caso es que, últimamente, ando, de verdad, ojiplática total: entre que las niñas de 16 años pueden abortar sin que lo sepan sus papás (eso si, papá y mamá a pagar y a hacerse cargo de todo lo que la nena precise, clases de ballet incluidas, y cuidadito con preguntar que igual te multan); que las embarazadas portan dentro (y las que lo estuvimos, por lo tanto, portamos en algún  momento de nuestros embarazos) algo vivo pero no humano (por cierto, me mata la curiosidad: ¿qué será?. Y, de paso, me rompe todos los esquemas. Quiero que la Ministra me lo aclare. Y si ella no puede, la Vicepresidente que creo que es muy lista y no le pilló la LOGSE, así que algo más sabrá. Seguro); que el Ministerio de Igualdad con su ministra a la cabeza, pretende igualarnos pero no se por dónde ya que yo no quiero ser como los hombres ni comportarme como ellos, ni quiero ser “miembra” de nada porque no me gusta y suena fatal y estoy encantada de ser mujer y VIVA LA DIFERENCIA!; y que los últimos acontecimientos nos han dejado un “bautizo civil”, no me extraña que sufra de ojos rojos y me pase la vida lagrimeando. Creí que era la alergia pero… a que no?. A que va a ser todo eso que estoy enumerando?. Pues esa manía de la gente de convertir en “civiles” todos los sacramentos de la Santa Madre Iglesia, como que me mosquea. Porque digo yo ¿no será que les gustan los ritos y la bambolla más que a un tonto una tiza? Tanto criticar los palios (la gente joven ya ni sabe lo que es), las vestiduras, los ritos, el aburrimiento de las misas, etc… y resulta que ahora hacen lo mismo, sin pasar por las iglesias y añadiéndole lo de civil. Menuda incongruencia. No tienes más que acercarte al Juzgado o al Ayuntamiento en días de Bodas civiles y te las encuentras (a las novias sobre todo, claro) con velo y demás y hasta con las nenas que portan algo parecido a las arras y visten unos modelos que, en la tienda donde lo compraron, seguro que cerraron nada más vendérselo y fueron a celebrarlo a la cafetería de al lado metiéndose entre pecho y espalda un buen chocolate con churros, doble, por supuesto. O sea, que se empezó por las bodas, se sigue por el Bautizo civil y, a continuación, vendrá la Confirmación civil para asegurarnos que la criatura quiere seguir perteneciendo a la especie humana en vez de querer irse con ET, pongo por caso. Luego, claro, llega el espinoso sacramento de la Eucaristía, vulgo, Comunión civil: dejo a vuestra fértil imaginación (y a los que me conocéis bien) cómo puede ser una comunión civil: yo les daría dos “crucigrameros puertos de Roma” y, hala! A celebrarlo con la familia y los amigos en una comida, bugre incluido. El siguiente sacramento con el que tropezamos es la Confesión, pero mira por donde, va a ser más difícil que una civil, sea voluntaria. Va a ser que no. Va a ser que sólo se va a producir cuando un juez llame a declarar por los desmanes que se ven día si, día también. Vamos que no creo que empecemos todos en masa a auto-acusarnos de bajar música y películas desde la red y pedir, fervorosamente, que nos pongan una multa como penitencia. Tampoco me imagino yo a la mayoría del personal haciendo cola en Hacienda para rectificar la Declaración de la renta al grito de “mea culpa, culpa mea, quiero pagar lo que no declaré, ÉÁ!. Para el Orden Sacerdotal, ya me parece más fácil encontrar candidatos: hay tanto fantasmón suelto! Ahí caben los que se pirrian por casar, celebrar bautizos civiles, aparecer en todo tipo de manifestaciones y ceremonias, etc… Y aunque no lleven sotana, porque ya ni los curas de verdad la llevan, si se puede decir que visten de una manera que podíamos llamar uniformada, así que se les distingue también a la primera de cambio, igual que se distingue perfectamente a todos los empleados de banca, o sea, bancarios (que no banqueros que es cosa muy diferente). En cuanto a la Unción de los Enfermos, conocida antiguamente como Extremaunción, no se qué cara pondrán los que la pidan civil cuando vengan a leerles un párrafo de la Constitución y les adviertan que, dado su estado de salud, vienen a despedirle con un cóctel de fármacos y que la ciudadanía les está muy agradecida por su consideración al dejar de gastar una pensión que pagamos entre todos, porque van a dejar sitio a otros y porque el gasto hospitalario se está disparando con su estancia a cargo de la Seguridad Social, aconsejándoles, de paso, que si hacen testamento, aprovechen para dejar al Estado el tercio de libre disposición que ya el gobierno sabrá como distribuir lo que toque, equitativamente (ejem, ejem). Y, a todo esto, Berlusconi de campo y playa. Bueno no quiero acabar sin contaros algo que presencié hace muchos años en un pueblo de Asturias (cuyo nombre no voy a citar). Se celebraban las primeras comuniones en la parroquia. Entre las niñas había una hija de un electricista. Nada más comulgar, el padre, desde el banco, con un mando a distancia, le encendió la corona que la nena llevaba en la cabeza y que, hasta ese momento, yo, y me imagino que la mayoría de la gente, no nos habíamos dado cuenta que estaba llena de mini-bombillas. Casi me da algo! Lo malo es que lo primero que pensé fue: y el día que la nena se case (por la Iglesia o por lo Civil, da igual) ¿dónde le va a poner la luminaria?.

Consejo culinario: Si quieres hacer una salsa con cebolla caramelizada y no tienes tiempo, pochas la cebolla en aceite (se puede añadir algo de mantequilla) Una vez pochada, se le añade caramelo líquido (se puede comprar ya hecho y es más rápido y se mancha menos la cocina) sal y pimienta; se le da un hervor y… Listo! Es que si le pones azúcar o caramelo desde el principio, se requema

domingo, 12 de abril de 2009

ORTIGAS

Es creencia popular que las ortigas pican cuando te rozas con ellas por el campo. Solemos evitarlas pero cuando, sin querer, te tocan, Ay!, “me ortigué” y te sale una roncha que tarda en quitarse más o menos, dependiendo de la sensibilidad de cada uno. A mi, me “abrasan”, así que las evito todo lo que puedo, en cambio a mi madre, no le hacían nada. Sin embargo, precisamente en primavera, las abuelas, que de eso sabían mucho, hacían sopas y licores con ortigas porque decían que depuraban la sangre y eran muy beneficiosas para la salud. Parece ser que también son muy beneficiosas para los que sufren un ataque de reúma o similar. Lo se porque entre las varias hermanas de mi padre (cinco nada menos y todas solteras!), una era maestra y se daba mucho “pisto”. Destinada en un pueblo de Asturias, se llevó a una de sus hermanas con ella, más buena que el pan, y que le hacía todo lo de casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar…). Esta hermana, llevaba varios días quejándose del reúma, así que la maestra, lista y estudiada como era, le dijo que lo mejor para eso era darse unas friegas con ortigas; así que, provista de un buen guante, salió al camino, cogió un buen ramo de la susodicha planta y refregó bien refregada a la pobre hermana. Los gritos y maldiciones fueron de tal calibre que la maestra, aterrada, se metió en un cuarto y se cerró por dentro porque pensó que la otra la iba a matar. Y porque no la pilló que si no… a saber qué hubiera pasado y a estas horas tendría yo una tía que habría acabado en cualquier penal de la época. La cosa no pasó a mayores pero, en honor a la verdad, mi tía JAMÁS en su vida volvió a tener el menor ataque de reúma, lumbago, artrosis o cosa parecida. Y eso que murió con ochenta y tantos años. Quizá escarmentada de los picores que sufrió decidió que nunca más la iban a pillar con otra friega semejante. Un día, le conté esta anécdota a mi marido y me dijo: eso no es nada! Conocí a un señor que, cuando era joven, fue a un baile en un pueblo. De repente, tuvo ganas de hacer aquello que nadie puede hacer por ti y salió, se agachó al lado del río y, allí mismo, dejó su abono. Lo malo es que cogió unas hierbas para limpiarse y no se dio cuenta de que eran ortigas! Creo que los gritos se oyeron 50 kilómetros a la redonda!!! Y si al picor añadimos la vergüenza que debió sentir porque todo el mundo se enteró y se rió hasta cansar… como para que te den los siete males. Así que ya sabéis: ortigas sí pero con mucho cuidado y según para qué.

Consejo culinario: si un día te encuentras con que se te olvidó comprar el pan o se quedó algo duro, lo remojas con un poco de leche o agua (queda mejor con leche) sin que lo empape en exceso y lo metes unos 10 minutos en el horno caliente a 180 grados y verás que vuelve a quedar crujiente como recién hecho.

sábado, 4 de abril de 2009

TODOS AL GIMNASIO

Realmente ir a un gimnasio da para mucho. Sobre todo si vas a pasarlo lo mejor posible y de paso, intentas que no se te desmande del todo el rollito primavera. Suelo ir tres veces por semana, más que nada para que la artrosis incipiente no acabe conmigo antes de tiempo, y, la mayor diversión, la tengo cuando hago bicicleta. Son 30 minutos pedaleando sin pensar en nada y viendo el espectáculo. Allí hay gente “pa tóo”: Los hay llenos de tatuajes que, lógicamente, tienen que llevar ropa pequeña, o sea, pantalón corto y camiseta de tirantes, porque si no, no se les ven. Los hay que se pasean entre los aparatos como buscando algo pero, en realidad, sólo buscan exhibir su musculatura ganada a golpe de pesas (supongo) y hacen todo tipo de “monerías” para que todos se fijen en ellos: dan saltos, respiran fuerte, hacen movimientos convulsos y no paran. Los hay que hacen unos ejercicios, para mi inverosímiles, porque casi se mantienen en el aire haciendo contorsiones de cintura, por delante, por detrás, por la derecha y por la izquierda. Y eso que en esa sala no se hace más que gimnasia con aparatos porque si veo a alguien saltando a la comba, seguro que me troncho. La mayoría lleva un botellín de agua (los hay que la llevan de litro y medio pero son los menos) y dan unos lingotazos cada cinco minutos que parece que están de botellón, eso si, abstemio. Otros, más preparados y que deben pasar allí las horas muertas porque cuando llego ya están (por cierto rojos como cangrejos y empapados de sudor) y cuando me voy para casa, después de pasar por las piscinas de chorros y demás aguas relajantes, me los encuentro que todavía vienen del gimnasio, suelen llevar bebidas “isotónicas” o botellas grises opacas que a saber qué contienen. Dependiendo a la hora que vaya me encuentro una u otra gente y, es curioso: aunque también hay mujeres que van presumiendo de “palmito” (palabra ridícula cuando se refiere al “tipo” o “cuerpo” de una persona y estupenda cuando se refiere a los que proceden de unas determinadas palmeras y se toman en ensalada o solos y están la mar de buenos) tengo comprobado que, en estos sitios, presumen mucho más los hombres; se juntan tres o cuatro alrededor de una determinada máquina y se van turnando a ver quien es el que pone más resistencia al aparato, o sea, el más forzudo. El otro día creí que a uno se le salían los ojos de las órbitas, del esfuerzo. No quiero pensar lo que pasaría si alguno hubiera comido fabada o, simplemente, unas lentejas estofadas (a no ser que les haya puesto alcaravea y un poco de picante para facilitar la digestión, mira tú!). Pues lo dicho, todos al gimnasio que puede ser una fuente de sano entretenimiento y, además, puede que reduzcas el denostado michelín.

Consejo culinario: Ya que hablamos de palmitos, comerlos es muy sano. Facilita la digestión. Tiene proteínas, fibra, calcio vitaminas A y C, y pocas calorías. Se extrae de la parte más tierna de la palmera, concretamente de la base de las hojas sin abrir. Si le añades manzana y nuez y el aliño que te apetezca, están requetebuenos.

 

lunes, 23 de marzo de 2009

MAGIA

No se porqué, siempre he creído en la magia. Vamos, desde que tengo uso de razón (ya se que los que me conocen dirán que lo de “mi uso de razón” es difícil pero se supone que tengo), o, mejor dicho, desde que tengo memoria. Según pasan los años, en vez de pensar que la magia dejó de existir hace tiempo, cada vez está más presente en mi vida. Por supuesto que no me refiero a la que pueda realizar David Copperfield y compañía, sino a todos esos sucesos de la vida cotidiana, y no tan cotidiana, que parecen salirse de lo normal y siempre por el lado bueno (lo siento, mi tostada, caso de caerse, siempre lo hace por el lado que NO tiene untada la mantequilla y la mermelada).  Hay personas mágicas, como hay ciudades o lugares mágicos. Y creo que no sólo mi vida, sino la de cualquiera, a poco que mire, está llena de sucesos mágicos porque eso significa para mi, por ejemplo, conocer en un momento determinado a una determinada persona en una determinada circunstancia; el clima que se crea cuando vamos, aunque sea en una excursión de un día, mi marido y yo en el coche (si llueve, la sensación es aún mejor); o el que se crea en algunas conversaciones especiales que he tenido con mis hijos; la sensación que me producen algunos lugares cuando entro  en ellos la primera vez y que, a veces, se reproduce cuando vuelvo; loa atardeceres del otoño y el invierno en tonos pastel o el vibrante rojo de los del verano. Eso y muchas cosas más han creado a mi alrededor burbujas de momentos mágicos y, en definitiva, de magia. Sin embargo hoy os quería contar otra historia: Hace años, cuando viajaba sola, fui a Praga en mis días de vacaciones. Me paseé por toda la ciudad y, por supuesto, atravesé en las dos direcciones el famoso “Puente de Carlos” por lo menos un par de veces. A la semana siguiente, de vuelta a casa, me encontré con una persona conocida que me preguntó si había estado en Praga porque me había visto en el Puente de Carlos. Qué raro! Yo no te vi!, le dije. Ah! Pues fue tal día a tal hora. Imposible, dije yo, porque me fui, exactamente, DOS DÍAS ANTES. Pues juraría que eras tu ¿no llevabas un pantalón de flores y una blusa roja? Pues si que tengo esa ropa y la llevé de viaje y me la puse en Praga pero te aseguro que ese día estaba de vuelta en Gijón. Se que ella no mintió (no tenía motivo), y puedo asegurar que yo tampoco miento. Cada uno que saque la conclusión que quiera.

Ah! No me puedo resistir y os voy a contar el detalle golfo del día: A mi marido, esta mañana, se le cayeron las gafas en el tazón del café con leche del desayuno. Y en esta casa, como la culpa no es soltera sino que va de mi mano, según él esas cosas sólo le pasan cuando está conmigo. Mucho se debió aburrir antes de conocerme!!!!

Consejo culinario: Va de remedio casero. Si quieres pasar un invierno-otoño-primavera sin catarros, lo mejor es que te tomes los nueve primeros días de cada mes una infusión de tomillo, por la mañana, a poder ser en ayunas. Si lo endulzas con miel, mejor que mejor.

jueves, 19 de marzo de 2009

A LEER QUE ES MUY ILUSTRATIVO

Hoy fuimos a la presentación de un libro. Fue original y divertido porque son relatos cortos escritos por diez personas jóvenes. Ahora, falta saber si el contenido nos va a gustar tanto como la presentación aunque esperamos que sea así porque pinta de ello tiene. El caso es que, la mayoría de las veces, nos fiamos o no de la gente, según esa cosa llamada primera impresión. Además de eso, cuando voy por la calle o asisto a un espectáculo o veo a la gente pasear por la orilla del mar cuando levanto la vista del libro que estoy leyendo, me encanta imaginar cómo será su vida, sus circunstancias, a qué se dedican, si viven solos, acompañados o en la espantosa "soledad en compañía". De ahí, pueden nacer mil y una historias que a mi me fascinan, como me fascinaban las que me contaba mi madre de aquella Habana que ella disfrutó en su infancia, adolescencia y juventud, hasta que se vino a vivir a España "pa los restos". Como me fascinaron las historias de Emilio Salgari con aquello tan sugerente del Mar de Mármara, el Cuerno de Oro (que siempre imaginé refulgente al atardecer), Estambul, Topkapi, Santa Sofía, aquellos harenes que yo "veía" llenos de pebeteros que dejaban el aire aromatizado de incienso o aquellos aceites que seguro se untaban... Como decía mi padre, puro "sapotismo", palabra inventada por él, por supuesto, pero que a mi me daba una idea de lo que debía ser aquel placer de ¡ay! abandonarse al "dolce far niente" (cosa que me encantaría vivir últimamente pero que no se me logra ni por apuesta). Bueno, todo esto viene a cuento (o no, pero salió así) de lo que me pude reír ayer cuando mi marido llegó de bañarse en la piscina. Me contó que, cuando volvió al vestuario después de nadar, había un señor al que le dio las buenas tardes. NO obtuvo respuesta y, a pesar de no llevar las gafas puestas, le pareció un ser antipático y mal encarado. Más tarde llegó más gente que también saludó al entrar y el "antipático, ni se dignó a contestar, por supuesto. Cuando ya estaba a punto de marcharse, vio que el antipático tenía un libro a su lado y de una ojeada leyó el título (en realidad le pudo la curiosidad y se puso las gafas corriendo para verlo). La sorpresa fue mayúscula y no soltó la carcajada allí mismo de puro milagro (yo sí que lo hice cuando me lo contó en casa). El libro se llamaba nada menos que "Cómo ganar amigos e influir en las personas" de Dale Carnegie. Lo que faltaba! Pues no se cómo lo va a conseguir si ni siquiera contesta a los saludos. En fin... eso pasa también con gente que te cruzas al entrar o salir del portal o del ascensor. En general, como no quieren saludar, como digo yo, "humillan" (miran para el suelo con ahínco) y pasan de largo. Y ya el colmo sucede al subir en el ascensor con un vecino de pocas palabras que sólo sabe carraspear hasta que llegas (tú o él) a su piso. No es la primera vez que ofrezco una "juanola" para ver si se le pasa pero como suele ser puro teatro para hacer como que no te ven... Y mira que es difícil no verme a mi! ¡Qué mundo este...! Viva la contradicción. Aunque digo yo... y si era sordo el buen señor "antipático" y todo esto es un infundio? Sea como sea a mi, la situación, me hizo gracia.
Consejo culinario: Estáis hartos de freír y poner la cocina llena de grasa? Pues poneros a utilizar el horno: fuente refractaria (o de silicona) filetes de ternera, de pollo o chuletas de cerdo que podéis acompañar de tomates, manzana cortada en gajos, pimientos.... sal, pimienta y un poco de buen aceite de oliva por encima de todo ello. Si ponéis el horno fuerte, prácticamente se hace mientras ponéis la mesa y coméis el primer plato.

martes, 17 de marzo de 2009

COSAS QUE PASAN

Ya se que me vais a dar un tirón de orejas por tardar tanto en escribir pero, de verdad, últimamente, tengo poco tiempo. Sin embargo, hoy he recibido un correo que quiero compartir con todos vosotros:
Publicado en un informe escolar de España. Cómo contestan los exámenes los chavales españoles ¡SE HA RESPETADO LA ORTOGRAFÍA ORIGINAL DE LOS ALUMNOS!

Enviado por un profesor. Son las respuestas de un examen de música por alumnos de preparatoria.
P.- La orquesta: Definición, esquema de distribución de los instrumentos y criterio de colocación de estos instrumentos.
R.- La orquesta es cuando se guntan mucha gente que toca, y toca la música. Los instrumentos se colocan unos delante y detras y eso depende del tamaño, por ejemplo la gaita se coloca siempre delante.

P.- Características generales de la música barroca.
R.- Creo que ay un despiste en la pregunta, me parece que es la música marroca. Voy a contestar esto. La música marroca es la de los moros de Marruecos que es muy importante porque la tocaban los moros cuando ivan a
las batallas de conquista.

P.- Beethoven.
R.- Este era un señor sordo que compuso la letra de Miguel Rios o sea el Himno de la alegría. Perocuando la izo no era de rocks. Daba muchos conciertos en la época de Franco y hizo también 'Para Luisa' que no tiene paranjon en la historia de la música.

Vocabulario musical (define):
Barítono: es el que lleba la barita o sea el que dirije a los otros

Tenor: es un cantante como Placido Domingo

Soprano: esto no lo se

Villancico: es lo que se canta en Navidad cerca del arbol

Sinfonía: es lo que tocan las orquestas

Movimiento adagio: eso no lo trae mi libro

Movimiento allegro: que lo cantan los musicos cuando o sea estan contentos.

Nota: Este alumno fue a protestar porque lo suspendieron.

Lengua y Literatura
P.- Medir el segundo verso escrito en la pizarra.
R.- En la pizarra, unos 75 centímetros , en el papel más o menos una cuarta (lo digo aproximado porque no me he traído el metro).

Ciencias y geografía
P.- Movimientos del corazón.
R.- El corazón siempre está en movimiento, solo está parado en los cadáveres.

P..- Movimientos del corazón (otra respuesta).
R.- De rotación alrededor de sí mismo y de traslación alrededor del cuerpo.

P.- Huesos de la pantorrilla.
R.- Está formado por el hueso más largo del cuerpo, que es el fémur, que va desde el omoplato hasta la rótula.

P.- El cerebro.
R.- Las ideas, después de hablar, se van al cerebro.

P.- Ejemplo de parásito interno .
R.- Las vísceras.

P.- Un parásito interno del hombre.
R.- El langostino.

P.- Músculos del cuello.
R.- Electrocleidomésticos.

P.- Capacidad pulmonar.
R.- Es de unos cinco mil litros.

P.- Reproducción sexual.
R.- Para que se provoque la FERMENTACIÓN , tienen que estar el órgano masculino dentro del femenino.

P.- Dimorfismo sexual.
R.- El macho se diferencia de la hembra por una prolongación más o menos larga.

P.- Antibióticos.
R.- El alcohol, algodón y agua oxigenada.

P.- Estimulantes del sistema nervioso.
R.- El café, el tabaco y las mujeres

P.- Odontólogo.
R.- Carnívoro que se alimenta de presas vivas.

P.- Pediatra.
R.- Médico de pies.

P.- Definición de rumiantes.
R.- Son los que eruptan al comer.

P.- Marsupiales.
R.- Los animales que llevan las tetas en una bolsa.

P.- Aves prensoras..
R.- Son las aves que viven en las 'prensas', sitos donde hay mucha agua.

P.- Aves prensoras (otra buena).
R.- Tienen bonitos coloridos, como el cuervo..

P.- Ejemplos de nematoceros (mosquitos).
R.- El 'buo', el 'buo' real y el mochuelo.

P.- El alantoides.
R.- Es una especie de rabo que tiene el pollo para respirar.

P.- Reptiles.
R.- Son animales que se disuelven en el agua.

P.- Ejemplo de reptil.
R.- La serpiente 'Putón'

P.- Anfibios.
R.- La rana tiene una hendidura cloacal, por la cual lanza el típico sonido 'cloac, cloac'.

P.- Moluscos.
R.- Son esos animales que se ven en los bares, por ejemplo el cangrejo.

P.- División de los moluscos.
R.- Gasterópodos, bivalvos y simios.

P.- Partes del insecto.
R.- Son tres: in-sec-to

P.- La abeja.
R.- Se divide en reina, obreras y 'zagales'.

P.- ¿Conoces algún vegetal sin flores?
R.- Si, conozco algunos.

P.- Las algas.
R.- Son animales con caracteres de vegetales.

P.- Fases de la Luna.
R.- Luna llena, luna nueva y menos cuarto.

P.- Formación de las cordilleras.
R.- Las montañas no se forman en uno o dos días, tardan mucho tiempo en formarse.

P.- ¿Qué río pasa por Viena?
R.- El Vesubio azul.

P.- Afluentes del Duero por la derecha.
R.- Son los mismos que por la izquierda.

P.- Glaciares
R.- Pueden ser por erosión y por defunción.

P.- Volcanes.
R.- En Mallorca está el Teide. El agua de mar se solidifica y sale por el cráter.

P..- Productos volcánicos.
R.- Las bombas atómicas.

P.- Cómo se llaman los habitantes de Ceuta.
R.- Centauros..
Como podeis ver, algunas respuestas son de traca. Lo malo es que, después de reír o sonreír un rato, por lo menos a mi, me entra una especie de desazón al pensar en la terrible incultura del personal que, más que para reir, es para echarse a llorar. Y da la impresión de que, los que mandan y organizan el país, prefieren a la mayoría borrega que enseñar al personal a pensar, a discernir, a formarse una opinión... si el mensaje que reciben es: da igual lo que te esfuerces, vas a obtener el mismo resultado, vas a pasar de curso, ni tus padres ni tus profesores te podrán castigar y, mucho menos, darte un cachete a tiempo (que seguro te vendría de perlas), etc, etc. Bueno pues no me pienso amilanar y trataré de que mi nieto aprenda a utilizar todas las herramientas que le permitan ser un ser pensante y con criterio propio, que valore el esfuerzo y que sepa "echarse unas risas" cuando toque, ¡Faltaría más!. En definitiva, una PERSONA. 
Consejo culinario: aunque está la primavera a la vuelta de la esquina, el personal pilla catarros como quien come patatas fritas, así que, para combatirlos (además de sudar a calor de pecho ajeno, como decían las abuelas) va muy bien el famoso requemado que, por si no os acordáis ahí va la fórmula: se ponen en un cazo al fuego 2 cucharadas soperas de azúcar y se espera que se hagan caramelo de un bonito color dorado oscuro. Vigilar continuamente pues tiene el azúcar la manía de arrebatarse de golpe y si se quema hay que tirarlo porque amarga.. En cuanto esté hecho el caramelo se le añade unas cucharadas de coñac (aquí ya va en gustos: desde "una copita" a "un copazo" o, incluso, "a nada" cuando es para los niños). El caramelo se endurece y entonces se le añade 1/4 litro de leche y se revuelve bien, deshaciéndose a la vez el caramelo, hasta que hierve. Se pasa a una taza y se toma lo más caliente posible pero sin quemarse 

domingo, 22 de febrero de 2009

A LA PORRA PILATES

Pues si. El viernes, me di de baja definitivamente. Mira que tenía yo perra con ir a pilates. Todo el mundo cantando las excelencias de semejante disciplina así que yo empeñada en empezar.Yo no digo que pilates sea malo, digo que a mi no me sentó bien. Por eso, antes de empezar una nueva disciplina, probad un día a ver si os convence. Y es que yo, todos los días, desde que abrió el balneario, preguntaba a las amables señoritas del mostrador de entrada: ¿Cuándo empiezan las clase de PILATES? "Enseguida. No se preocupe que la avisamos". Total que empezaron este mes y allá fui yo toda voluntariosa. Primer chasco: Menudo aburrimiento! nada más empezar nos dice la profe que la postura fetén de pilates es la que exhibe en todo momento Anita Obregón. O sea (o como decía siempre un compañero mío de carrera: "o sease"): hombros hacía atrás, espetera disparadora, ombligo tocando la columna vertebral y trasero respingón. Vaya fallo, pensé yo. Si saco el trasero hacia atrás, voy a a tener que poner intermitentes en el pantalón para doblar las esquinas y otro tanto en la espetera si me dedico a sacar pecho. Tocar la columna con el ombligo, imposible, me lo impide "mi precioso rollito primavera" (o asas del amor) alrededor de la cintura, y, además, echar los hombros hacia atrás, qué quiere que le diga, me lo impide la edad que ya no estoy para ir marcando el paso. Siguió la clase y empezamos a hacer aquellos ejercicios a cámara lenta. Yo pensaba: esto es como la gimnasia que hacía yo hace veinte años... Qué horror! (y eso que hice, tai-chi, tiro con arco, judo, yoga, gimnasia normal y corriente, poco tiempo, eso si; y con nada me aburrí). En una de estas, que nos mandó levantar las piernas en vertical y ponernos en plan ángulo recto, a una contertulia, o sea a una "compilates", se ve que del esfuerzo se le escapó un gas. No se quién fue pero a mi se me cayeron las piernas inmediatamente al suelo de la risa aunque lo disimulé con un enorme suspiro. Luego la profe sacó una especie de pelotas enormes tipo "la bola que mola" (os acordáis?) sólo que sin sus característicos cuernecillos y empezamos a hacer ejercicios con aquello. Acabó la clase y, adiós, hasta la próxima semana. Llegó el viernes siguiente y empezó a complicarnos los ejercicios: sacó una especie de medio esfera de goma con pinta de platillo volante y nos dijo que se llamaba "bossu" (mi marido, que es muy culto, enseguida me dijo que esa palabrita venía del francés y quería decir jorobado. Y tanto, pensé yo. Haciendo equilibrios en ella, casi me espeto en la cristalera). Como estamos en Asturias, la gente, en vez de bossu, lo llama "el cosu" que suena igual. Y las más atrevidas y optimistas lo llaman "el gozu". Inmenso error pues puedo asegurar que de eso nada. Lo único que te hace es sufrir porque todos los ejercicios, que de por si son la pera, se complican el triple encima de ese trasto porque tienes que guardar, además de toda la postura consabida, el equilibrio, mientras los haces. Además del bossu, aparecieron unos rulos azules muy aparentes y unas pelotitas rosa de aspecto inocente pero que dentro, las muy ladinas, escondían un peso, con lo cual parecía que estábamos castigadas en el colegio con los brazos en cruz y en vez de libros, con pelotitas. Aún así, y después de pasar un fin de semana con la espalada destrozada, el cuello mirando para Betanzos y el hueso sacro como un felpudo, yo, que no quería dar mi brazo a torcer, volví este viernes pasado a clase. Nunca lo hubiera hecho! para complicarnos más la historia, o sea: hombros atrás, espetera fuera, ombligo en la columna, trasero respingón, subida al puñetero bossu en equilibrio, pelotitas rosa en las manos, tuvimos que ponernos además una pelota azul, tamaño balón de fútbol, entre las rodillas y, de esa guisa, levantar sólo el tronco, sentadillas en el aire, doblar la cintura, levantar los brazos y bajarlos sin tocar el suelo con las pelotitas... qué se yo; y, además de todo eso, controlar la respiración: coger aire en el descanso y soltarlo, silbando, en el esfuerzo. Un lío porque para mi, era esfuerzo todo con lo cual no sabía cuando tocaba respirar y cuando tocaba soltar el aire. Bueno, al final, cuando acabó la clase con las "verticales" (como decía un sobrino de mi  marido cuando era pequeño) destrozadas, el sacro para tirar, el resto de vértebras descolocadas, y la respiración descontrolada, decidí que, servidora, que no ha venido a este mundo a sufrir más que lo justo, NO VOLVÍA A PILATES EN LA VIDA! Bajé a meterme en las piscinas de agua caliente y a darme chorros y, ni por esas, así que, de la que me iba del balneario, y aunque tuve que esperar un buen rato en recepción, me dí de baja "IN SAECULA SAECULORUM. AMEN" de semejante tortura. Menos mal que por la noche apareció mi hijo en casa, que es masajista  (muy bueno por cierto y conste que no es pasión de madre), y al verme en aquel estado de piltrafa se apiadó de mi y me dio un masaje que, por lo menos, me dejó dormir toda la noche. Así que no os dejéis embaucar por la propaganda y probad antes de apuntaros a algo, no vaya a ser que a vosotros, como a mi, no os siente bien.
Consejo culinario: Para variar un poco el aspecto del típico filete con patatas, en vez de estas últimas, probad a freir, con poco aceite y una pizca de mantequilla, unas manzanas en gajos. Hacedlo a fuego suave para que vayan caramelizándose un poco. En mi casa tienen mucho éxito

domingo, 15 de febrero de 2009

AL FIN LIBRE DE OTRA ATADURA

Lo bueno de cumplir años es que una se va librando de ataduras que lleva arrastrando toda la vida, "a lo fato", que diríamos por esta tierra. Y mira que tardé en darme cuenta! Siempre intentando agradar a todo el mundo hasta que te das cuenta de que eso es misión imposible. Ese día sientes un relax y una felicidad tal que te apetece tirar cohetes (a mi por lo menos). Así que como soy muy de cosas redondas, el día que hice 40 años me desperté por la mañana con una extraña y placentera sensación. No sé porqué pero, nada más abrir los ojos, me dije a mi misma: se acabó decir "si bwana" a todo el mundo. Y ahí comenzó mi campaña de entender que jamás podría gustarle a toda la humanidad. Es más, había parte de la humanidad a la que no quería gustarle yo y, de llegar a gustarle a esa parte de la humanidad, empezaría a preocuparme seriamente. La limpieza, como es obvio, empezó en mi propia casa, así que aquel primer marido que entonces tenía, como todavía estaba en garantía (eso si, a punto de caducar) lo devolví con su madre que era (y es) una santa. Seguí con los allegados y empecé a cantar las 40 cada dos por tres con la intención de que, ya que yo no me metía con nadie, dejaran de meterse conmigo, mi vida, mi aspecto, si llevaba el pelo largo o corto, pantalón o falda, si entraba o salía, cuándo y con quién, etc... porque, inevitablemente (seguro que tenéis a alguien cerca que ejerce de Pepito Grillo y no os deja vivir), hay una pequeña parte de mi familia que desde que nací sabe lo que me conviene (yo no, según ella, porque no hago nada a derechas), lo que debo hacer y lo que no. Es más, TODO lo hago fatal y, encima, me río y me divierto. ¡El colmo! ¿Cuándo se vio? Con lo seria que es la vida! Pues mira, yo no he venido aquí a sufrir, vine a aprender y cuando me vaya, quiero marchar con el diploma en la mano y, a poder ser, con nota alta. Y para eso no queda más remedio que tomárselo todo con dosis de humor aunque traten de pisarme los callos que, afortunadamente, no tengo. Diréis que escribo bobadas pero es que para escribir en serio hay mucha gente sesuda que sabe muy bien lo que se dice (o no?) y a estas horas que escribo yo me parece terrible repasar los horrores del día, política incluida, así que prefiero contaros las bobadas que se me ocurren (otro día os contaré como me liberé de la faja, también con la familia en contra, faltaría más!)
Consejo culinario: si quieres que el bizcocho te quede más esponjoso, añádele dos claras más (independientemente de los huevos que le pongas) y bátelas con el azúcar. No hace falta que las pongas a punto de nieve. Quedará más ligero.

miércoles, 4 de febrero de 2009

GIMNASIA NUEVA ERA

No se si ya os dije que muy cerca de mi casa han abierto un balneario. Aparte de las maravillosas piscinas de agua de mar caliente, incluso al aire libre (es mi preferida), está llena de gimnasios para hacer distintos deportes donde la gente se flagela que es un gusto. Pues ahí, entre otras cosas, hoy comenzó una clase de "kinesis" que nada tienen que ver con la kinesiología que practica una amiga mía que es una auténtica maestra en esa disciplina. Como soy un tanto osada, allí fui yo sin saber muy bien de qué se trataba. Eramos pocas (4 para ser exactos y, cosa curiosa, las otras tres y una monitora tenían el mismo nombre!) Todo mujeres y con un monitor y una monitora para nosotras solas. Parecía todo muy divertido. Se veían una especie de cuerdas con agarraderas, aparentemente inofensivas, unas enormes pelotas como de caucho y otras más pequeñitas  y alguna colchoneta con reposa-cabezas por aquí y por allá. Como era el primer día, lo primero que trataron de enseñarnos fue el tema de la respiración: inspiras en el descanso y echas aire en el esfuerzo. Pues ese ya fue para mi el primer obstáculo porque empiezo muy voluntariosa y no se cómo me arreglo que acabo respirando al revés. A la vez que respiras tienes que tirar de las inofensivas cuerdas con mango. Al principio, ya digo, parece divertido pero cuando sigues tirando y respirando, respirando y tirando y, además haciéndolo al revés como yo, empiezas a pensar que a santo de qué se te ha ocurrido apuntarte a semejante cosa (y eso que, al principio, me pusieron en lo más fácil) con lo bien que se está en casa, sentadina en el sillón orejero leyendo y oyendo música o viendo la tele. Empecé a consolarme pensando que, con un poco de suerte, me iba a mejorar el aspecto de los brazos y quizá dejara de parecer un murciélago cada vez que los extiendo (ya se sabe, el que no se consuela es porque no quiere). El siguiente aparato era más entretenido y me reconcilié con el mundo y la cuota que voy a tener que pagar (en vez de apuntarme a las actividades gratis! Me debe faltar un tornillo!)  pues la cuerda salía desde abajo y era más relajante. Pero a partir de ese punto entraron en juego las pelotas grandes que, con aquel aspecto inofensivo, resultaron ser un tanto diabólicas pues hay que sentarse encima de ellas, mantener el equilibrio y seguir tirando de las famosas cuerdas con soporte. A todas estas, en ese pequeño gimnasio que está sólo dedicado a la kinesis, hay toda una pared de espejo. Como no me corto a la hora de ponerme colorines, la que suscribe llevaba un pantalón de chandal color berenjena y una camiseta rosa. ¡Qué susto! No me reconocía! El rollito primavera que llevo clavado en la cintura, los molletes de la espalda, los pelos ligeramente desmandados, la doble tripa... Todo estaba allí! Así que, como de costumbre, pensé ¿quién será esa que me mira desde ahí con tanto interés? ¿Tendré monos en la cara? Constatar que soy yo la mirona nunca me resulta fácil. Menos mal que seguimos haciendo piruetas con el balón y las cuerdas y el último ejercicio me tuvo tan concentrada que me olvidé de todo lo que no fuera respirar (a esas alturas ya era más bien resoplar), mantener el equilibrio y coordinar los movimientos de brazos y piernas. Salí de allí que me temblaban las piernas, así que me fui a mi piscina favorita y casi tienen que venir a rescatarme pues no quería salir. A pesar de todo y mientras el cuerpo aguante, seguiré yendo a clase y si hago progresos, no me cuelgan tanto los pellejos y dejo de parecer un murciélago (en italiano es más divertido: pipistrello!) os lo contaré para que también os animéis.
Consejo culinario: Han empezado a aparecer fresas en el mercado, aunque están a peso de oro. Cuando las prepares para postre puedes hacerlo de la siguiente manera: lávalas con su rabito puesto. Luego se lo quitas y las partes a la mitad o en cuartos si son muy grandes. Añádeles azúcar moreno de caña y una cucharadita de vinagre de Módena. Revuélvelas bien y ponlas un rato en la nevera. Antes de servir, revuélvelas otra vez. Si te sobran, ponlas al fuego a cocer y fabrica una exquisita mermelada haciédolas hervir tres veces y dejándolas enfriar entre hervor y hervor. Guárdalas hirviendo en un frasco y déjalas enfriar boca abajo para que ellos solos se hagan el vacío.  

jueves, 29 de enero de 2009

EL HIPO DE MI NIETO

A mi nieto le dió el hipo esta mañana. Ya se que no es ninguna novedad pero, de repente, me trajo a la memoria otro hipo. Ya se que los niños pequeños tienen hipo con frecuencia y no tiene importancia. Les suele pasar porque no controlan bien la respiración y, sobre todo, después de reirse un rato (si le haces "monerías" o cosquillas, mi nieto se troncha porque es muy risueño y vivaracho). En los adultos, suele ser más grave. Lo digo porque si la memoria no me falla, decían o eso contaba mi madre, que el Papa Pío XII murió de un ataque de hipo. No creo que fuera así. Más bien el hipo sería un síntoma de otra cosa pero, como no soy médico, no tengo ni idea. Bueno, en realidad lo que os quería contar es que a mi también me daba el hipo. De muy pequeña, no se, pero tendría yo unos catorce años y estando en Misa en el colegio, me dio un hipo horroroso. No me extraña porque yo era una niña muy buena pero las monjas sólo me reñían por hablar y, sobre todo, por reirme y algo de razón tendrían. Aquella mañana, seguro que alguna compañera de colegio me contó algo gracioso y estuve conteniéndome todo lo que pude porque basta que no te puedas reir para que te de la risa ciega. Por lo menos es lo que me pasaba y me sigue pasando cuando me encuentro en ese tipo de situaciones. No recuerdo de donde procedía la risa de esa mañana. Lo que si recuerdo perfectamente es el ataque de hipo. La Misa avanzaba y el hipo no se me quitaba. Total que llegó la hora de ir a comulgar y yo, ni corta ni perezosa, allá fuí toda pía. Íbamos en fila india, de una en una (por eso ni las monjas ni mis compañeras se enteraron de que la culpa del percance la había tenido yo) y justo cuando me pongo delante del cura, que debía de ser el capellán de turno del colegio, y abro la boca para que me de la Comunión, lo que yo dí fuè el hipo más horroroso que recuerdo haber dado en mi vida. Al cura, del susto, se le cayó la hostia al suelo y mientras él se agachaba a recogerla, yo, sin decir ni mú (ya había dicho bastante!) me marché a mi sitio como si nada. Bueno, como si nada, no. Llena de "recogimiento" como se decía entonces de manera bien cursi. Eso si, es el día de hoy que todavía siento vergüenza cuando me acuerdo ¡y mira que pasaron años!
Consejo culinario:Hoy, más que consejo, es una receta rápida para un postre la mar de bueno. En el mismo cuenco o bol, de cristal preferentemente, donde lo vayas a servir, echas la piña de una lata grande (800 g) con su jugo, el contenido de una lata de leche condensada  de tamaño normal (300 g), el zumo de un limón mediano y la ralladura de dos. Se bate todo bien con una batidora (no te preocupes si queda demasiado líquido porque al enfriar espesa) y se mete en la nevera, como mínimo, un par de horas. Se puede acompañar con unos bizcochos de soletilla o con cualquier tipo de galleta hojaldrada.

sábado, 24 de enero de 2009

DE TAXIS Y TAXISTAS

Supongo que no tengo ninguna obligación de escribir pero se está convirtiendo en costumbre y es divertido. Y si, de paso, alguien más se entretiene pues me parece bien. Hace años, y por circunstancias de la vida que no vienen al caso, me planteé la posibilidad de comprarme un coche (de segunda, tercera o cuarta mano, que la economía estaba ligeramente fané). Así que me senté una tarde de sábado toda oronda y me puse a echar números: entre las letras del coche, la gasolina, el impuesto de circulación, el garaje, las reparaciones, las posibles averías, etc, etc, me di cuenta de que me salía más barato coger un taxi cuando lo necesitara, así que me convertí en una usuaria de radio-taxi y, de ahí se derivaron y derivan, todavía a día de hoy, un montón de anécdotas. Una de las más simpáticas que recuerdo es la de hace dos o tres años. Tenía que ir al hospital a ver a un familiar enfermo. Cojo el taxi de rigor y le pido al taxista que me lleve al hospital:
-Vale. Es el último viaje que hago
-Oiga! será por hoy, no jorobe (le contesto). 
Se quedó unos segundos mudo y a continuación me dice: No, si no es por nada; es que tengo que ir a la sauna (espero que no viera la cara que puse a través del retrovisor)
-Mire. Se lo voy a contar. Es que tengo los "triciclos" altos. (Madre! a que me tocó el que no anda bien de la cabeza!) Es que verá. A mi me gusta mucho ir a tomar todos los días unas sidrinas y picar unos choricinos y echar unos cantarinos en una sidrería que se llama... (ni me acuerdo) y que tiene usted que conocer.
-Pues no, porque no bebo sidra que me hace un daño mortal.
-Bueno, pues el caso es que estaba yo tomando la mi sidrina cuando me acordé que al día siguiente tenía que ir a hacer unos análisis y ver cómo tenía de altos los "triciclos". Lo comenté con un amigo: Mañana el médico me mata! Voy tener los "triciclos" por la nubes. Y si va conmigo la parienta, esa ya  me remata del todo. Y va y me dice mi amigo que no me preocupe, que con ir a la sauna está todo listo. Total, que empecé a ir a la sauna sin ninguna fe. El primer mes, no noté nada. El segundo mes, aquello empezó a mejorar. Y a partir del tercer mes, oiga! me desapareció todo!. Total que ahora el médico y la parienta creen que estoy tomando las medicinas y haciendo régimen y resulta que es mentira. Voy a la sauna tres veces por semana y estoy como un reloj!. Menos mal que en ese momento llegué al hospital porque no podía contener la risa. Así que la gente con la que me crucé cuando subía las escaleras debió de pensar que me confundía y que en vez de ir donde iba tenía que dar la vuelta y marchar al psiaquiátrico porque iba a carcajada tendida yo sola. Es el día de hoy que, cuando me acuerdo, me vuelvo a reir pero, a la vez, pienso ¿y si fuera verdad que los "triciclos" se ponen en su sitio con la sauna sin más? Si algún médico puede contestar que me lo diga que estoy intrigada.
Consejo culinario: Hoy, cortito. Cuando pongas a desalar el bacalao, hazlo siempre colocándolo con la piel hacia arriba porque de esa manera cae más y mejor la sal. Lo de cambiar el agua un par de veces al día por lo menos y conservarlo en la nevera mientras tanto, seguro que lo sabe todo el mundo Que tengáis un buen fin de semana!

jueves, 22 de enero de 2009

ESTOY ALUCINADA!

Estoy alucinada. Acabo de leer en un periódico digital que "ZP PIDIÓ DESDE LOS MICRÓFONOS DE LA SER "CONSUMIR MÁS". Pues era lo que nos faltaba!. Mira,puede ser un excelente remedio para la depre porque dicen que, las mujeres, cuando estamos un poco bajas de moral, salimos de compras y tan contentas. Supongo que a ciertos hombres también les va lo de comprar pero a ellos, en general, menos. Pues si el inefable ZP piensa salir de la crisis con lo que yo gaste, va listo porque tengo por costumbre comprar lo que necesito en rebajas. Para empezar, hace años que no uso bolso, sólo mochila para no dañar la espalda y los zapatos, siempre bien cómodos, como ya dije, igual que el traperío, espero a las rebajas porque, total, me da igual estrenar en un momento o en otro. Me acuerdo que, cuando yo era pequeña, estrenábamos siempre el domingo de ramos por aquello de que "el que no estrena el domingo de ramos, no tiene manos". Así que todos los años caía algo. Primero, nos ponían de punta en blanco de arriba a abajo. Cuando fuimos creciendo, aunque solo fueran los calcetines, algo había que lucir. Bueno, y siguiendo con la prensa también leí en algún sitio que a Zp y a Solbes los llaman "el Gran Timonel y el Buda Indolente". Estuve riéndome sola media hora. Hay que reconocer que para poner motes, no tenemos precio! Igual que uno que yo conozco que tenía una vecina que vivía en el piso de abajo y los domingos, bien de mañana, aporrea el piano con saña, con lo cual pasó a llamarse "la muñones" ya que no daba una nota en su sitio. Negada para la música que debía ser la pobre mujer. Y una vez que os he puesto al día (de nada, no tiene importancia) paso a daros...
El consejo culinario: Si queréis hacer una guarnición o salsa de pimientos, ponéis en un cazo bien pimientos asados por vosotros bien comprados. Se les añade un poco de sal y un poco de azúcar (para que os hagáis una idea, la misma cantidad de una y otra), el jugo de los propios pimientos y un par de cucharadas de vinagre (cualquier clase pero a mi me gusta más como quedan con vinagre de Módena). Si veis que tienen poco líquido podéis ponerles un poco de agua. Se dejan hervir suavemente, aproximadamente un cuarto de hora o hasta que reduzca el líquido que tienen que quedar un poco espeso. Luego los podéis servir tal cual acompañando una carne o un pescado. También podéis triturarlos con una batidora y servirlos como una salsa.

jueves, 15 de enero de 2009

DALE QUE TE PEGO ... Y "PA" NADA!

Aquí estoy instalada con mi nuevo ordenador más contenta que un niño con zapatos nuevos. Por cierto, esta famosa frase no tengo ni idea de dónde salió. Me acuerdo perfectamente de que, cuando de pequeña me compraban zapatos, generalmente me hacían daño: zapato que me molestaba en la zapatería, zapato que me hacía daño todavía a la hora de tirarlo. No, no, llévele esos a la niña que dan de si. ¿Que dan de sí? Y una porra. Lo malo es que mi madre picaba y yo, que entonces era un encanto de niña y no protestaba por no molestar, ni pío decía y me aguantaba con aquellos zapatos (sí, guapísimos, preciosos pero un coñazo) hasta que se rompían o me crecía el pie en exceso. Porque el daño no era porque fueran pequeños. No. Eran de mi número pero la horma... Ay, la horma! debía de estar diseñada por el enemigo. Y se que no soy la única pues más gente conocida y próxima a mi, opina y recuerda lo mismo, así que lo de los zapatos nuevos y los niños debe ser una leyenda urbana, como tantas. No se de qué me extraño porque hay que ver ahora qué zapatos gasta el personal que si se cae de los tacones se mata. Claro, ves en las revistas o en la tele a unas señoras estupendas con unos taconazos de mareo y luego ves en las calles de tu ciudad al personal imitando todos esos lujos en barato, así que van casi todas escoradas porque los tacones se tuercen y no se cómo son capaces de dar dos pasos. No se dan cuenta que las señoras estupendas que aparecen todas glamurosas sólo se ponen los tacones para estar un rato en una fiesta. No caminan por la calle con ellos, ni salen a hacer recados recorriendo la ciudad a la búsqueda del saldo más ventajoso ni a recoger a los niños al colegio o, simplemente, de paseo más o menos largo, ya que van en coche (a veces hasta con chófer) y, por lo tanto el transporte es puerta a puerta. Además estoy segura de que debajo del asiento llevan unas cómodas francesitas (también conocidas por manoletinas y bailarinas) que se calzan antes y después de entrar y salir de esos saraos. En fin, que ya me he vuelto a perder. Pues os estaba contando que, al final, tuve que cambiar de ordenador y, OH, Milagro! viene con Windows Vista incorporado que, a decir de los entendidos en informática, debe ser algo así como el maligno de la cibernética. Bueno, a mi me gusta experimentar y no se a qué viene tanto alboroto. Es verdad que al principio no me aclaraba ni con los mensajes, ni con la libreta de direcciones pero en estos dos días (aunque tengo poco tiempo porque el nieto está de comérselo y, sobre todo, de no perderse ni un gesto aunque sea de furruño) empiezo a pescarle la vuelta y verle las ventajas que, alguna tiene. Ya os iré contando la experiencia porque pienso seguir pegándome con él y, por supuesto, pienso ganar yo. Lo malo es que tantos años con el XP, una acaba cogiéndole cariño o quizá yo sea cariñosa en exceso porque le cojo cariño hasta a la cebolleta de la ducha si lleva tiempo conmigo (alguna cebolleta me cayó gorda en su día y me alegré cuando se estropeó pero no me suele pasar). Así que ya sabéis, no hay que tener miedo de experimentar cosas nuevas EN NINGÚN TERRENO que nunca es tarde.
Consejo culinario: Hace unos días os di un consejo sobre la clara de huevo y las quemaduras. Pues una amiga mía que parece que tiene el humor de leer este blog, me mandó un correo dándome un tirón de orejas por no mencionar la miel. Si. Tiene razón. El tarro de miel no tiene que faltar en ninguna cocina por sus variadísimas propiedades. Hoy sólo me referiré a las quemaduras: Si te quemas, primero enfriar debajo del grifo del agua fría, tal y como os dije, y luego, embadurnar la zona con abundante miel. Se puede tapar con una gasa estéril para no ir pringando todo por la casa (o, si tienes perro, evitar que te da enormes lametones en la zona afectada) y, para no usar esparadrapo, se sujeta con una especie de tubo elástico que se llama "malla tubular" y que lo venden en las farmacias.

martes, 13 de enero de 2009

NO SE QUÉ DECIR, CON LA QUE ESTÁ CAYENDO

Ya se que hace días que no escribo pero es que he estado sin ordenador. Como escribir este blog lo tengo como una devoción y no como una obligación (aunque engancha) no me siento en absoluto culpable. Lo único malo es retomarlo precisamente hoy porque parece que el mundo se ha vuelto más loco de lo que, habitualmente, parece estar. La famosa frase: "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida", me ha dejado de un aire. Mira que imitar los malos ejemplos de un país, tradicionalmente, enemigo del nuestro! La verdad es que no entiendo muy bien a qué viene la dichosa frase porque yo, que creo firmemente que Dios existe (llámesele Dios, Sabiduría Infinita, La Luz, la Energía suprema, La Fuente, Alá o como quiera que cada uno lo identifique) puedo asegurar que disfruto muy mucho de la vida. Vamos, que estoy encantada. Me pasan cosas (los famosos avatares) horribles como a todo el mundo, pero tengo la convicción que he nacido para ser feliz, me pase lo que me pase. Y creo que disfrutar de la vida y ser felices depende única y exclusivamente de nosotros, así que, lo que realmente pienso es que metemos a Dios en cada fregado que no le corresponde por pura y dura comodidad por aquello de que la culpa es soltera (solterona en el peor de los sentidos, diría yo, porque nadie la quiere ni de lejos!). así que lo que realmente creo es que ha llegado la hora de que cada uno se haga responsable de si mismo,tomar las riendas de nuestra vida y no dedicarnos a echar balones fuera; las decisiones del prójimo, que las tome el prójimo; que esa es otra: Estoy más que harta de la gente que sabe lo que me conviene y te persigue con el que "tienes que hacer..." o "ya te lo decía yo!"; y puedo asegurar que no se cuál de las dos frases me ofende más. Así que entre eso, el lío entre palestinos y judíos y la reforma de la Ley del aborto, no apetece ponerse de broma. A mi nieto que tiene ahora 9 meses, lo vi moverse cuando era un feto de ocho semanas, así que a toda la gente que está a favor del aborto y además de ampliar la posibilidad de llevarlo a cabo, le sugiero que acompañe a una persona embarazada a la consulta de su ginecólogo; que vea en la pantalla del monitor de la ecografía correspondiente cómo se mueve la criatura y que escuche el latir de ese nuevo corazón. Y todo esto, nada tienen que ver con la religión, Qué importa en lo que creas! si crees en la vida es casi imposible que quieras deshacerte de una que empieza. Y si no quieres traer hijos al mundo, en pleno siglo XXI me parece de locos que no se tomen las medidas oportunas ya que, hoy en día, están al alcance de cualquiera. Además, aunque sólo sea por una cuestión fenicia: es mucho más barato prevenir un embarazo que matar al feto. Y si no me crees, pregunta el precio en una clínica abortista, Y dicho sea de paso, los ecologistas que organizan una hari-hari por menos que canta un gallo si alguien se carga, por poner un ejemplo, un huevo de alimoche o buitre sabio (animal que vi actuar por primera vez en un programa de Félix Rodríguez de la Fuente y me fascinó), deberían de tomarse la molestia de defender también a la especie humana. Siento la falta de humor y el tono pero cuando pienso en todas las guerras organizadas por el mundo que se están cargando un montón de gente (también el hambre, por supuesto) y pienso que mientras el gobierno habla de paz y de alianza de civilizaciones y, que yo sepa, sigue frabicando armas y no creo que las tenga, simplemente en stock, es decir, que supongo que las venderá a algún país en guerra, no puedo más que pensar en la hipocresía reinante y que, al igual que otros países, que viven la misma esquizofrenia, somos una nación, país, estado o como se le quiera llamar, enfermo. De todas maneras espero que estemos tocando fondo para empezar pronto a ascender, no sólo en lo económico sino también en solidaridad; en humanidad, en respeto por los demás, etc, etc...
Consejo culinario: Si después de pelar un ajo no quieres que te huelan las manos a ídem, mételas debajo del chorro del agua fría, sin frotar, y déjalas que sequen al aire.

jueves, 8 de enero de 2009

YA PODEMOS VOLVER A NUESTRA VIDA RELAJADA!

Por fin! Se acabaron las comilonas, el quererse por decreto, la búsqueda del regalito que faltaba y que te deja la tarjeta de crédito ya con colitis total para medio año, el roscón, los turrones, el cava y los chupitos extemporáneos. Los amigos que viven fuera se han vuelto a sus casas y, aunque ya los echamos de menos, podremos descansar y volver a la maravillosa rutina de lo que nos gusta hacer. Ya se que suena raro pero yo, me muero por volver al balneario a bañarme en esa piscina de mar de agua caliente, a la luz de la luna, con esos chorros que te dejan la espalda, del cuello a la rabadilla, totalmente recompuesta; quiero volver a comer lechuga de primer plato sin que nadie me mire como si me hubiera vuelto, de golpe, una especie de roedor raro; quiero volver al filete a la plancha y el pescadito (congelado, que la vida está muy cara, a pesar de lo que diga Zapa y sus boys) al vapor (o como decía una señora que conocí tiempo ha, "al pavor". Mira tu, igual estaba más acertada diciéndolo así). Y es que estoy harta de tanta invitación y tanto comer porque se concentra todo en semana y media y eso, difícilmente se aguanta. Y, encima, está todo tan bueno... que ya podían repartir un poco a lo largo del año. Lástima que ahora, los Reyes Magos ya no traen carbón. Si por lo menos lo sustituyeran por pagarnos un mes el recibo del gas, ahora que se gasta más con la calefacción pues estaríamos todos portándonos fatal el resto del año para que nos dejasen cuanto más mejor. Pero como digo, cuando ves aparecer el ROSCÓN la tarde del día 6, empiezas a respirar con cierta satisfacción: ya sólo queda recoger los adornos y... hasta el próximo año. Y hablando del roscón os contaré que, cuando yo era pequeñita, había una familia conocida (no eran asturianos) que nos invitaron la tarde del 6 de enero a su casa para que viéramos "como comían el palmón". Pues fue literal. Se sentaron todos a la mesa, se repartieron el palmón y se lo comieron delante de mi hermana, una amiga de mi hermana y quien suscribe.  Cuando llegamos a casa y se lo contamos a mi madre, no daba crédito: "pero ni siquiera a la nena (que era yo, por supuesto) le dieron a probar?" Pues no. Así que el palmón, pero de narices, fue para nosotras.
Consejo culinario: Ahora que es época de naranjas, cuando las comas no tires las pieles. Vete cortándolas en tiritas (así te entretienes en la sobremesa) y metiéndolas en un frasco grande en la nevera y procura que tengan lo menos posible de la parte blanca. Cuando tengas bastantes, pon las pieles toda una noche a remojo o dales un hervor. Tira el agua. Luego, vuelve a ponerlas en un cazo con agua que las cubra y 250 g de azúcar (si las guardaste en un frasco grande y lo tienes lleno) y ponlas a cocer a fuego suave hasta que estén tiernas. Tienen que estar siempre cubiertas de líquido. Las pones en unos tarros de cristal y las dejas enfriar con los frascos boca abajo. Luego los guardas en la nevera y puedes usarlo como mermelada, para rellenar un bizcocho, cubiertas de chocolate... En fin, lo que se te ocurra

domingo, 4 de enero de 2009

PAQUETES Y OLÉ!

No se vosotros pero yo, a estas alturas de la película, o sea, a las fechas que estamos, tengo una habitación de la casa llena de paquetes. A la mayoría les falta el bonito papel de envolver así como la etiqueta con el nombre del destinatario. Todos los años me pilla el toro y me encuentro el día 5 por la noche, a las tarantas y otras tantas, ayudando a Melchor, Gaspar y Baltasar a rematar su faena empaquetadora. Tijeras, trozos de papel y cinta adhesiva (antes conocida por "cello" pero nos hemos vuelto muy finos), repartidos por el suelo y yo, prácticamente en posición de besar el ídem, envolviendo esas cosas que "hacen mal paquete" (con perdón) y que siempre acaban rompiendo el papel por una esquina y tienes que volver a empezar. Como soy ya mayor, empiezo a pensar que los Tres Reyes Magos, en lo tocante a envolver, son un tanto incompetentes. Ellos quizá no, pero he llegado a la conclusión de que no saben mandar a nadie medianamente curioso que lo haga. Otros años, era distinto pero este, por la crisis que según algunos NO EXISTE (hay que tener valor!) no han debido de contratar al adecuado personal para el aburrido menester empaquetador así que nos tendremos que arreglar nosotros mismos echando una mano. Lo malo es que se acerca el día y yo, con estos pelos y la tarea a medio hacer. ¿Y si se me olvidó incluir a alguien en la carta? Todos los años la misma angustia. Por eso suelo pedir a los Magos algún regalín complementario de comodín, por si los olvidos, que un año me pasó (lo del olvido pero puedo decir en mi descargo que era muy joven), y entonces juré, como Escarlata O'Hara, que NUNCA MÁS.

Consejo culinario: Si alguna vez se te quema el guiso (carne, lentejas o similar) NO LO REVUELVAS. Mete, INMEDIATAMENTE, la olla en agua fría, mismamente en el fregadero, y sin rascar el fondo, saca lo que no esté pegado a otra olla y verás como no queda nada de sabor y nadie se entera del desastre. Eso sí, perderás una ración.

jueves, 1 de enero de 2009

FELIZ AÑO NUEVO!

Dice mi marido que a mi no me pasan cosas normales. Algo de verdad debe de haber en esa afirmación porque tengo que reconocer que mi vida, a veces, es singular. Anoche celebrábamos el fin de año. Venían los hijos, el yerno, el nieto (a dormir porque con sólo 8 meses no lo vamos a sentar a la mesa, darle las uvas y la copa de cava de rigor, evidentemente) y una hermana de quien suscribe. Todo empezó muy guapo y muy precioso porque desde que inauguré la táctica de recibir al personal con "Agua de Valencia" y tratar de que, desde el principio de la velada cojan una semi-moña simpática, la gente sonríe sin parar y va todo como la seda. Pues así iba todo de guapo hasta que nuestro bebé empezó a despertar y nos dimos cuenta de que tenía fiebre. Total que nada más sonar las 12 campanadas dispuesta la mitad de la reunión a ir con el bebé al médico porque había vomitado dos veces, la fiebre seguía subiendo y los padres, primerizos que son, empezaba a entrarles el susto en el cuerpo, para no perder la tradición tiré el contenido de la copa de champán por la ventana para felicitar el año al mundo entero y la reunión se disolvió. Me quedé esperando noticias y recogiendo la mesa y los desperfectos (puñeteros! de la exquisita Agua de Valencia no quedaba ni la muestra!). Entonces me di cuenta que la mayoría no había ni tomado las uvas. En realidad no le doy la más mínima importancia porque a nosotros nos gusta empezar el año tomando, en vez de 12 uvas, 12 trocinos de manzana. Se comen mucho mejor y... hay algo más asturiano? Todo empezó un año que volvimos de viaje el mismo día 31 y claro, con las prisas, se me olvidó comprar las uvas. Como me encanta llevar la contraria, no dije ni mu y preparé los platitos con 12 pedazos pequeños de manzana bien fríos. Les encantó y ya no volví a comprar uvas, hasta este año porque venía mi hermana y no era cosa de asustarla. Pero visto el resultado, no pienso traer más uvas y volveré a la manzana que siempre nos ha dado suerte. A todo esto, las fiebres del bebé, tal y como yo esperaba, tenían su explicación: Al Bebé le ha salido SU PRIMER DIENTE! así que aquí, todos contentos, damos por bien empleado el sofocón y lo consideramos el primer regalo del año 2009! (Mira que si dentro de poco descubren como hacer que cada vez que se estropee un diente nos salga otro tan guapo, como a los roedores... No hay que perder la esperanza pero los expertos en implantes ya podrán ir buscando otra manera de sacarnos los cuartos que seguro que la hay y la encuentran)
Consejo culinario: Para que los caldos, sopas y estofado de legumbres quede suave, hay que espumar, espumar y espumar. Es decir, dejar al principio que rompa el hervor fuerte y retirar con la espumadera toda la espuma y las impurezas que vayan saliendo a flote hasta que el líquido esté completamente limpio. Quedará todo más suave y, sobre todo, más sabroso. Probad!