martes, 2 de diciembre de 2008

LO TUYO NO ES UN CUERPO, ES UNA ESCULTURA!!

Eso le digo yo a mi marido todos los días por la mañana porque la gente tiene que irse contenta al trabajo. Así que, como diría Mafalda, mando a un señor maravilloso, perfumado sonriente, feliz en una palabra, Y MIRA LO QUE ME DEVUELVEN! ojeroso, cansado, los ojos rojos... Pobrecito mío. Así que es lógico que yo lo jalee nada más levantarnos. Pero soy correspondida en la misma medida, así que, hoy, voy a reivindicar el "michelín". Porque digo yo ¿a qué tanto escándalo con la celulitis? ¿Por qué tiene que ser fea la famosa "piel de naranja"? Vamos a ver, la celulitis lleva años conmigo, es más, diría que nací con ella puesta y a mi padre le costó una barbaridad mantenerla trabajando para alimentarnos a todos, y mi madre contribuyó con sus maravillosos guisos; y yo, para no defraudarlos y dejar su labor a medias, procuro tenerla siempre en su sitio. Inamovible. Y ahora, porque nos quieran sacar los cuartos con cremas y tratamientos carísimos, dicen que es horrorosa y que nadie va a mirar para ti y que no vales nada si no te la quitas (a la que vez que se te van cayendo los números azules de la cuenta de ahorros y van subiendo los color rojo sangre. Una tragedia!). A mi me encantan esos rollitos que se ponen alrededor de la cintura. Hace tiempo leí en un libro del que no tengo ni idea del título ni el autor, que los llamaba "las asas del amor". No os parece precioso? Suena tan bien!. Si al final siempre es lo mismo, la ropa sola resulta fría y si no, mirar a las modelos de las pasarelas y a ver quien me explica porqué la mayoría de las personas que dictan las modas, son gente a quien no les gustan las mujeres. Me acuerdo que, hace años, cuando yo era bastante más joven que ahora (tanto tiempo ya? Jesús!) me apoyé en el hombro amoroso de un amigo muy flaco. Ay! Señor! Creí que me hacía la trepanación de oído y sin anestesia. Así que, amigos míos, no os preocupeis por ese rollito primavera que asoma por encima del cinturón. A más de uno le puede resultar atractivo porque, con un poco de celulitis, una va mullida por la vida y tal y como está la cosa, hay que protegerse, ser acogedora y, de paso, tener reservas por aquello de la crisis que nos invade. En conclusión: VIVAN LAS CURVAS!

Consejo culinario: Ten siempre en el congelador ramas de apio y puerros. Primero, porque sacándolos cinco minutos antes, se trocean de maravilla y no se rompen ni deshilachan. Y segundo, porque en 20 minutos podrás preparar una sopa deliciosa, añadiéndoles agua, sal y un poquito de mantequilla. Prueba y verás!

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