jueves, 29 de enero de 2009

EL HIPO DE MI NIETO

A mi nieto le dió el hipo esta mañana. Ya se que no es ninguna novedad pero, de repente, me trajo a la memoria otro hipo. Ya se que los niños pequeños tienen hipo con frecuencia y no tiene importancia. Les suele pasar porque no controlan bien la respiración y, sobre todo, después de reirse un rato (si le haces "monerías" o cosquillas, mi nieto se troncha porque es muy risueño y vivaracho). En los adultos, suele ser más grave. Lo digo porque si la memoria no me falla, decían o eso contaba mi madre, que el Papa Pío XII murió de un ataque de hipo. No creo que fuera así. Más bien el hipo sería un síntoma de otra cosa pero, como no soy médico, no tengo ni idea. Bueno, en realidad lo que os quería contar es que a mi también me daba el hipo. De muy pequeña, no se, pero tendría yo unos catorce años y estando en Misa en el colegio, me dio un hipo horroroso. No me extraña porque yo era una niña muy buena pero las monjas sólo me reñían por hablar y, sobre todo, por reirme y algo de razón tendrían. Aquella mañana, seguro que alguna compañera de colegio me contó algo gracioso y estuve conteniéndome todo lo que pude porque basta que no te puedas reir para que te de la risa ciega. Por lo menos es lo que me pasaba y me sigue pasando cuando me encuentro en ese tipo de situaciones. No recuerdo de donde procedía la risa de esa mañana. Lo que si recuerdo perfectamente es el ataque de hipo. La Misa avanzaba y el hipo no se me quitaba. Total que llegó la hora de ir a comulgar y yo, ni corta ni perezosa, allá fuí toda pía. Íbamos en fila india, de una en una (por eso ni las monjas ni mis compañeras se enteraron de que la culpa del percance la había tenido yo) y justo cuando me pongo delante del cura, que debía de ser el capellán de turno del colegio, y abro la boca para que me de la Comunión, lo que yo dí fuè el hipo más horroroso que recuerdo haber dado en mi vida. Al cura, del susto, se le cayó la hostia al suelo y mientras él se agachaba a recogerla, yo, sin decir ni mú (ya había dicho bastante!) me marché a mi sitio como si nada. Bueno, como si nada, no. Llena de "recogimiento" como se decía entonces de manera bien cursi. Eso si, es el día de hoy que todavía siento vergüenza cuando me acuerdo ¡y mira que pasaron años!
Consejo culinario:Hoy, más que consejo, es una receta rápida para un postre la mar de bueno. En el mismo cuenco o bol, de cristal preferentemente, donde lo vayas a servir, echas la piña de una lata grande (800 g) con su jugo, el contenido de una lata de leche condensada  de tamaño normal (300 g), el zumo de un limón mediano y la ralladura de dos. Se bate todo bien con una batidora (no te preocupes si queda demasiado líquido porque al enfriar espesa) y se mete en la nevera, como mínimo, un par de horas. Se puede acompañar con unos bizcochos de soletilla o con cualquier tipo de galleta hojaldrada.

sábado, 24 de enero de 2009

DE TAXIS Y TAXISTAS

Supongo que no tengo ninguna obligación de escribir pero se está convirtiendo en costumbre y es divertido. Y si, de paso, alguien más se entretiene pues me parece bien. Hace años, y por circunstancias de la vida que no vienen al caso, me planteé la posibilidad de comprarme un coche (de segunda, tercera o cuarta mano, que la economía estaba ligeramente fané). Así que me senté una tarde de sábado toda oronda y me puse a echar números: entre las letras del coche, la gasolina, el impuesto de circulación, el garaje, las reparaciones, las posibles averías, etc, etc, me di cuenta de que me salía más barato coger un taxi cuando lo necesitara, así que me convertí en una usuaria de radio-taxi y, de ahí se derivaron y derivan, todavía a día de hoy, un montón de anécdotas. Una de las más simpáticas que recuerdo es la de hace dos o tres años. Tenía que ir al hospital a ver a un familiar enfermo. Cojo el taxi de rigor y le pido al taxista que me lleve al hospital:
-Vale. Es el último viaje que hago
-Oiga! será por hoy, no jorobe (le contesto). 
Se quedó unos segundos mudo y a continuación me dice: No, si no es por nada; es que tengo que ir a la sauna (espero que no viera la cara que puse a través del retrovisor)
-Mire. Se lo voy a contar. Es que tengo los "triciclos" altos. (Madre! a que me tocó el que no anda bien de la cabeza!) Es que verá. A mi me gusta mucho ir a tomar todos los días unas sidrinas y picar unos choricinos y echar unos cantarinos en una sidrería que se llama... (ni me acuerdo) y que tiene usted que conocer.
-Pues no, porque no bebo sidra que me hace un daño mortal.
-Bueno, pues el caso es que estaba yo tomando la mi sidrina cuando me acordé que al día siguiente tenía que ir a hacer unos análisis y ver cómo tenía de altos los "triciclos". Lo comenté con un amigo: Mañana el médico me mata! Voy tener los "triciclos" por la nubes. Y si va conmigo la parienta, esa ya  me remata del todo. Y va y me dice mi amigo que no me preocupe, que con ir a la sauna está todo listo. Total, que empecé a ir a la sauna sin ninguna fe. El primer mes, no noté nada. El segundo mes, aquello empezó a mejorar. Y a partir del tercer mes, oiga! me desapareció todo!. Total que ahora el médico y la parienta creen que estoy tomando las medicinas y haciendo régimen y resulta que es mentira. Voy a la sauna tres veces por semana y estoy como un reloj!. Menos mal que en ese momento llegué al hospital porque no podía contener la risa. Así que la gente con la que me crucé cuando subía las escaleras debió de pensar que me confundía y que en vez de ir donde iba tenía que dar la vuelta y marchar al psiaquiátrico porque iba a carcajada tendida yo sola. Es el día de hoy que, cuando me acuerdo, me vuelvo a reir pero, a la vez, pienso ¿y si fuera verdad que los "triciclos" se ponen en su sitio con la sauna sin más? Si algún médico puede contestar que me lo diga que estoy intrigada.
Consejo culinario: Hoy, cortito. Cuando pongas a desalar el bacalao, hazlo siempre colocándolo con la piel hacia arriba porque de esa manera cae más y mejor la sal. Lo de cambiar el agua un par de veces al día por lo menos y conservarlo en la nevera mientras tanto, seguro que lo sabe todo el mundo Que tengáis un buen fin de semana!

jueves, 22 de enero de 2009

ESTOY ALUCINADA!

Estoy alucinada. Acabo de leer en un periódico digital que "ZP PIDIÓ DESDE LOS MICRÓFONOS DE LA SER "CONSUMIR MÁS". Pues era lo que nos faltaba!. Mira,puede ser un excelente remedio para la depre porque dicen que, las mujeres, cuando estamos un poco bajas de moral, salimos de compras y tan contentas. Supongo que a ciertos hombres también les va lo de comprar pero a ellos, en general, menos. Pues si el inefable ZP piensa salir de la crisis con lo que yo gaste, va listo porque tengo por costumbre comprar lo que necesito en rebajas. Para empezar, hace años que no uso bolso, sólo mochila para no dañar la espalda y los zapatos, siempre bien cómodos, como ya dije, igual que el traperío, espero a las rebajas porque, total, me da igual estrenar en un momento o en otro. Me acuerdo que, cuando yo era pequeña, estrenábamos siempre el domingo de ramos por aquello de que "el que no estrena el domingo de ramos, no tiene manos". Así que todos los años caía algo. Primero, nos ponían de punta en blanco de arriba a abajo. Cuando fuimos creciendo, aunque solo fueran los calcetines, algo había que lucir. Bueno, y siguiendo con la prensa también leí en algún sitio que a Zp y a Solbes los llaman "el Gran Timonel y el Buda Indolente". Estuve riéndome sola media hora. Hay que reconocer que para poner motes, no tenemos precio! Igual que uno que yo conozco que tenía una vecina que vivía en el piso de abajo y los domingos, bien de mañana, aporrea el piano con saña, con lo cual pasó a llamarse "la muñones" ya que no daba una nota en su sitio. Negada para la música que debía ser la pobre mujer. Y una vez que os he puesto al día (de nada, no tiene importancia) paso a daros...
El consejo culinario: Si queréis hacer una guarnición o salsa de pimientos, ponéis en un cazo bien pimientos asados por vosotros bien comprados. Se les añade un poco de sal y un poco de azúcar (para que os hagáis una idea, la misma cantidad de una y otra), el jugo de los propios pimientos y un par de cucharadas de vinagre (cualquier clase pero a mi me gusta más como quedan con vinagre de Módena). Si veis que tienen poco líquido podéis ponerles un poco de agua. Se dejan hervir suavemente, aproximadamente un cuarto de hora o hasta que reduzca el líquido que tienen que quedar un poco espeso. Luego los podéis servir tal cual acompañando una carne o un pescado. También podéis triturarlos con una batidora y servirlos como una salsa.

jueves, 15 de enero de 2009

DALE QUE TE PEGO ... Y "PA" NADA!

Aquí estoy instalada con mi nuevo ordenador más contenta que un niño con zapatos nuevos. Por cierto, esta famosa frase no tengo ni idea de dónde salió. Me acuerdo perfectamente de que, cuando de pequeña me compraban zapatos, generalmente me hacían daño: zapato que me molestaba en la zapatería, zapato que me hacía daño todavía a la hora de tirarlo. No, no, llévele esos a la niña que dan de si. ¿Que dan de sí? Y una porra. Lo malo es que mi madre picaba y yo, que entonces era un encanto de niña y no protestaba por no molestar, ni pío decía y me aguantaba con aquellos zapatos (sí, guapísimos, preciosos pero un coñazo) hasta que se rompían o me crecía el pie en exceso. Porque el daño no era porque fueran pequeños. No. Eran de mi número pero la horma... Ay, la horma! debía de estar diseñada por el enemigo. Y se que no soy la única pues más gente conocida y próxima a mi, opina y recuerda lo mismo, así que lo de los zapatos nuevos y los niños debe ser una leyenda urbana, como tantas. No se de qué me extraño porque hay que ver ahora qué zapatos gasta el personal que si se cae de los tacones se mata. Claro, ves en las revistas o en la tele a unas señoras estupendas con unos taconazos de mareo y luego ves en las calles de tu ciudad al personal imitando todos esos lujos en barato, así que van casi todas escoradas porque los tacones se tuercen y no se cómo son capaces de dar dos pasos. No se dan cuenta que las señoras estupendas que aparecen todas glamurosas sólo se ponen los tacones para estar un rato en una fiesta. No caminan por la calle con ellos, ni salen a hacer recados recorriendo la ciudad a la búsqueda del saldo más ventajoso ni a recoger a los niños al colegio o, simplemente, de paseo más o menos largo, ya que van en coche (a veces hasta con chófer) y, por lo tanto el transporte es puerta a puerta. Además estoy segura de que debajo del asiento llevan unas cómodas francesitas (también conocidas por manoletinas y bailarinas) que se calzan antes y después de entrar y salir de esos saraos. En fin, que ya me he vuelto a perder. Pues os estaba contando que, al final, tuve que cambiar de ordenador y, OH, Milagro! viene con Windows Vista incorporado que, a decir de los entendidos en informática, debe ser algo así como el maligno de la cibernética. Bueno, a mi me gusta experimentar y no se a qué viene tanto alboroto. Es verdad que al principio no me aclaraba ni con los mensajes, ni con la libreta de direcciones pero en estos dos días (aunque tengo poco tiempo porque el nieto está de comérselo y, sobre todo, de no perderse ni un gesto aunque sea de furruño) empiezo a pescarle la vuelta y verle las ventajas que, alguna tiene. Ya os iré contando la experiencia porque pienso seguir pegándome con él y, por supuesto, pienso ganar yo. Lo malo es que tantos años con el XP, una acaba cogiéndole cariño o quizá yo sea cariñosa en exceso porque le cojo cariño hasta a la cebolleta de la ducha si lleva tiempo conmigo (alguna cebolleta me cayó gorda en su día y me alegré cuando se estropeó pero no me suele pasar). Así que ya sabéis, no hay que tener miedo de experimentar cosas nuevas EN NINGÚN TERRENO que nunca es tarde.
Consejo culinario: Hace unos días os di un consejo sobre la clara de huevo y las quemaduras. Pues una amiga mía que parece que tiene el humor de leer este blog, me mandó un correo dándome un tirón de orejas por no mencionar la miel. Si. Tiene razón. El tarro de miel no tiene que faltar en ninguna cocina por sus variadísimas propiedades. Hoy sólo me referiré a las quemaduras: Si te quemas, primero enfriar debajo del grifo del agua fría, tal y como os dije, y luego, embadurnar la zona con abundante miel. Se puede tapar con una gasa estéril para no ir pringando todo por la casa (o, si tienes perro, evitar que te da enormes lametones en la zona afectada) y, para no usar esparadrapo, se sujeta con una especie de tubo elástico que se llama "malla tubular" y que lo venden en las farmacias.

martes, 13 de enero de 2009

NO SE QUÉ DECIR, CON LA QUE ESTÁ CAYENDO

Ya se que hace días que no escribo pero es que he estado sin ordenador. Como escribir este blog lo tengo como una devoción y no como una obligación (aunque engancha) no me siento en absoluto culpable. Lo único malo es retomarlo precisamente hoy porque parece que el mundo se ha vuelto más loco de lo que, habitualmente, parece estar. La famosa frase: "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida", me ha dejado de un aire. Mira que imitar los malos ejemplos de un país, tradicionalmente, enemigo del nuestro! La verdad es que no entiendo muy bien a qué viene la dichosa frase porque yo, que creo firmemente que Dios existe (llámesele Dios, Sabiduría Infinita, La Luz, la Energía suprema, La Fuente, Alá o como quiera que cada uno lo identifique) puedo asegurar que disfruto muy mucho de la vida. Vamos, que estoy encantada. Me pasan cosas (los famosos avatares) horribles como a todo el mundo, pero tengo la convicción que he nacido para ser feliz, me pase lo que me pase. Y creo que disfrutar de la vida y ser felices depende única y exclusivamente de nosotros, así que, lo que realmente pienso es que metemos a Dios en cada fregado que no le corresponde por pura y dura comodidad por aquello de que la culpa es soltera (solterona en el peor de los sentidos, diría yo, porque nadie la quiere ni de lejos!). así que lo que realmente creo es que ha llegado la hora de que cada uno se haga responsable de si mismo,tomar las riendas de nuestra vida y no dedicarnos a echar balones fuera; las decisiones del prójimo, que las tome el prójimo; que esa es otra: Estoy más que harta de la gente que sabe lo que me conviene y te persigue con el que "tienes que hacer..." o "ya te lo decía yo!"; y puedo asegurar que no se cuál de las dos frases me ofende más. Así que entre eso, el lío entre palestinos y judíos y la reforma de la Ley del aborto, no apetece ponerse de broma. A mi nieto que tiene ahora 9 meses, lo vi moverse cuando era un feto de ocho semanas, así que a toda la gente que está a favor del aborto y además de ampliar la posibilidad de llevarlo a cabo, le sugiero que acompañe a una persona embarazada a la consulta de su ginecólogo; que vea en la pantalla del monitor de la ecografía correspondiente cómo se mueve la criatura y que escuche el latir de ese nuevo corazón. Y todo esto, nada tienen que ver con la religión, Qué importa en lo que creas! si crees en la vida es casi imposible que quieras deshacerte de una que empieza. Y si no quieres traer hijos al mundo, en pleno siglo XXI me parece de locos que no se tomen las medidas oportunas ya que, hoy en día, están al alcance de cualquiera. Además, aunque sólo sea por una cuestión fenicia: es mucho más barato prevenir un embarazo que matar al feto. Y si no me crees, pregunta el precio en una clínica abortista, Y dicho sea de paso, los ecologistas que organizan una hari-hari por menos que canta un gallo si alguien se carga, por poner un ejemplo, un huevo de alimoche o buitre sabio (animal que vi actuar por primera vez en un programa de Félix Rodríguez de la Fuente y me fascinó), deberían de tomarse la molestia de defender también a la especie humana. Siento la falta de humor y el tono pero cuando pienso en todas las guerras organizadas por el mundo que se están cargando un montón de gente (también el hambre, por supuesto) y pienso que mientras el gobierno habla de paz y de alianza de civilizaciones y, que yo sepa, sigue frabicando armas y no creo que las tenga, simplemente en stock, es decir, que supongo que las venderá a algún país en guerra, no puedo más que pensar en la hipocresía reinante y que, al igual que otros países, que viven la misma esquizofrenia, somos una nación, país, estado o como se le quiera llamar, enfermo. De todas maneras espero que estemos tocando fondo para empezar pronto a ascender, no sólo en lo económico sino también en solidaridad; en humanidad, en respeto por los demás, etc, etc...
Consejo culinario: Si después de pelar un ajo no quieres que te huelan las manos a ídem, mételas debajo del chorro del agua fría, sin frotar, y déjalas que sequen al aire.

jueves, 8 de enero de 2009

YA PODEMOS VOLVER A NUESTRA VIDA RELAJADA!

Por fin! Se acabaron las comilonas, el quererse por decreto, la búsqueda del regalito que faltaba y que te deja la tarjeta de crédito ya con colitis total para medio año, el roscón, los turrones, el cava y los chupitos extemporáneos. Los amigos que viven fuera se han vuelto a sus casas y, aunque ya los echamos de menos, podremos descansar y volver a la maravillosa rutina de lo que nos gusta hacer. Ya se que suena raro pero yo, me muero por volver al balneario a bañarme en esa piscina de mar de agua caliente, a la luz de la luna, con esos chorros que te dejan la espalda, del cuello a la rabadilla, totalmente recompuesta; quiero volver a comer lechuga de primer plato sin que nadie me mire como si me hubiera vuelto, de golpe, una especie de roedor raro; quiero volver al filete a la plancha y el pescadito (congelado, que la vida está muy cara, a pesar de lo que diga Zapa y sus boys) al vapor (o como decía una señora que conocí tiempo ha, "al pavor". Mira tu, igual estaba más acertada diciéndolo así). Y es que estoy harta de tanta invitación y tanto comer porque se concentra todo en semana y media y eso, difícilmente se aguanta. Y, encima, está todo tan bueno... que ya podían repartir un poco a lo largo del año. Lástima que ahora, los Reyes Magos ya no traen carbón. Si por lo menos lo sustituyeran por pagarnos un mes el recibo del gas, ahora que se gasta más con la calefacción pues estaríamos todos portándonos fatal el resto del año para que nos dejasen cuanto más mejor. Pero como digo, cuando ves aparecer el ROSCÓN la tarde del día 6, empiezas a respirar con cierta satisfacción: ya sólo queda recoger los adornos y... hasta el próximo año. Y hablando del roscón os contaré que, cuando yo era pequeñita, había una familia conocida (no eran asturianos) que nos invitaron la tarde del 6 de enero a su casa para que viéramos "como comían el palmón". Pues fue literal. Se sentaron todos a la mesa, se repartieron el palmón y se lo comieron delante de mi hermana, una amiga de mi hermana y quien suscribe.  Cuando llegamos a casa y se lo contamos a mi madre, no daba crédito: "pero ni siquiera a la nena (que era yo, por supuesto) le dieron a probar?" Pues no. Así que el palmón, pero de narices, fue para nosotras.
Consejo culinario: Ahora que es época de naranjas, cuando las comas no tires las pieles. Vete cortándolas en tiritas (así te entretienes en la sobremesa) y metiéndolas en un frasco grande en la nevera y procura que tengan lo menos posible de la parte blanca. Cuando tengas bastantes, pon las pieles toda una noche a remojo o dales un hervor. Tira el agua. Luego, vuelve a ponerlas en un cazo con agua que las cubra y 250 g de azúcar (si las guardaste en un frasco grande y lo tienes lleno) y ponlas a cocer a fuego suave hasta que estén tiernas. Tienen que estar siempre cubiertas de líquido. Las pones en unos tarros de cristal y las dejas enfriar con los frascos boca abajo. Luego los guardas en la nevera y puedes usarlo como mermelada, para rellenar un bizcocho, cubiertas de chocolate... En fin, lo que se te ocurra

domingo, 4 de enero de 2009

PAQUETES Y OLÉ!

No se vosotros pero yo, a estas alturas de la película, o sea, a las fechas que estamos, tengo una habitación de la casa llena de paquetes. A la mayoría les falta el bonito papel de envolver así como la etiqueta con el nombre del destinatario. Todos los años me pilla el toro y me encuentro el día 5 por la noche, a las tarantas y otras tantas, ayudando a Melchor, Gaspar y Baltasar a rematar su faena empaquetadora. Tijeras, trozos de papel y cinta adhesiva (antes conocida por "cello" pero nos hemos vuelto muy finos), repartidos por el suelo y yo, prácticamente en posición de besar el ídem, envolviendo esas cosas que "hacen mal paquete" (con perdón) y que siempre acaban rompiendo el papel por una esquina y tienes que volver a empezar. Como soy ya mayor, empiezo a pensar que los Tres Reyes Magos, en lo tocante a envolver, son un tanto incompetentes. Ellos quizá no, pero he llegado a la conclusión de que no saben mandar a nadie medianamente curioso que lo haga. Otros años, era distinto pero este, por la crisis que según algunos NO EXISTE (hay que tener valor!) no han debido de contratar al adecuado personal para el aburrido menester empaquetador así que nos tendremos que arreglar nosotros mismos echando una mano. Lo malo es que se acerca el día y yo, con estos pelos y la tarea a medio hacer. ¿Y si se me olvidó incluir a alguien en la carta? Todos los años la misma angustia. Por eso suelo pedir a los Magos algún regalín complementario de comodín, por si los olvidos, que un año me pasó (lo del olvido pero puedo decir en mi descargo que era muy joven), y entonces juré, como Escarlata O'Hara, que NUNCA MÁS.

Consejo culinario: Si alguna vez se te quema el guiso (carne, lentejas o similar) NO LO REVUELVAS. Mete, INMEDIATAMENTE, la olla en agua fría, mismamente en el fregadero, y sin rascar el fondo, saca lo que no esté pegado a otra olla y verás como no queda nada de sabor y nadie se entera del desastre. Eso sí, perderás una ración.

jueves, 1 de enero de 2009

FELIZ AÑO NUEVO!

Dice mi marido que a mi no me pasan cosas normales. Algo de verdad debe de haber en esa afirmación porque tengo que reconocer que mi vida, a veces, es singular. Anoche celebrábamos el fin de año. Venían los hijos, el yerno, el nieto (a dormir porque con sólo 8 meses no lo vamos a sentar a la mesa, darle las uvas y la copa de cava de rigor, evidentemente) y una hermana de quien suscribe. Todo empezó muy guapo y muy precioso porque desde que inauguré la táctica de recibir al personal con "Agua de Valencia" y tratar de que, desde el principio de la velada cojan una semi-moña simpática, la gente sonríe sin parar y va todo como la seda. Pues así iba todo de guapo hasta que nuestro bebé empezó a despertar y nos dimos cuenta de que tenía fiebre. Total que nada más sonar las 12 campanadas dispuesta la mitad de la reunión a ir con el bebé al médico porque había vomitado dos veces, la fiebre seguía subiendo y los padres, primerizos que son, empezaba a entrarles el susto en el cuerpo, para no perder la tradición tiré el contenido de la copa de champán por la ventana para felicitar el año al mundo entero y la reunión se disolvió. Me quedé esperando noticias y recogiendo la mesa y los desperfectos (puñeteros! de la exquisita Agua de Valencia no quedaba ni la muestra!). Entonces me di cuenta que la mayoría no había ni tomado las uvas. En realidad no le doy la más mínima importancia porque a nosotros nos gusta empezar el año tomando, en vez de 12 uvas, 12 trocinos de manzana. Se comen mucho mejor y... hay algo más asturiano? Todo empezó un año que volvimos de viaje el mismo día 31 y claro, con las prisas, se me olvidó comprar las uvas. Como me encanta llevar la contraria, no dije ni mu y preparé los platitos con 12 pedazos pequeños de manzana bien fríos. Les encantó y ya no volví a comprar uvas, hasta este año porque venía mi hermana y no era cosa de asustarla. Pero visto el resultado, no pienso traer más uvas y volveré a la manzana que siempre nos ha dado suerte. A todo esto, las fiebres del bebé, tal y como yo esperaba, tenían su explicación: Al Bebé le ha salido SU PRIMER DIENTE! así que aquí, todos contentos, damos por bien empleado el sofocón y lo consideramos el primer regalo del año 2009! (Mira que si dentro de poco descubren como hacer que cada vez que se estropee un diente nos salga otro tan guapo, como a los roedores... No hay que perder la esperanza pero los expertos en implantes ya podrán ir buscando otra manera de sacarnos los cuartos que seguro que la hay y la encuentran)
Consejo culinario: Para que los caldos, sopas y estofado de legumbres quede suave, hay que espumar, espumar y espumar. Es decir, dejar al principio que rompa el hervor fuerte y retirar con la espumadera toda la espuma y las impurezas que vayan saliendo a flote hasta que el líquido esté completamente limpio. Quedará todo más suave y, sobre todo, más sabroso. Probad!