sábado, 24 de enero de 2009

DE TAXIS Y TAXISTAS

Supongo que no tengo ninguna obligación de escribir pero se está convirtiendo en costumbre y es divertido. Y si, de paso, alguien más se entretiene pues me parece bien. Hace años, y por circunstancias de la vida que no vienen al caso, me planteé la posibilidad de comprarme un coche (de segunda, tercera o cuarta mano, que la economía estaba ligeramente fané). Así que me senté una tarde de sábado toda oronda y me puse a echar números: entre las letras del coche, la gasolina, el impuesto de circulación, el garaje, las reparaciones, las posibles averías, etc, etc, me di cuenta de que me salía más barato coger un taxi cuando lo necesitara, así que me convertí en una usuaria de radio-taxi y, de ahí se derivaron y derivan, todavía a día de hoy, un montón de anécdotas. Una de las más simpáticas que recuerdo es la de hace dos o tres años. Tenía que ir al hospital a ver a un familiar enfermo. Cojo el taxi de rigor y le pido al taxista que me lleve al hospital:
-Vale. Es el último viaje que hago
-Oiga! será por hoy, no jorobe (le contesto). 
Se quedó unos segundos mudo y a continuación me dice: No, si no es por nada; es que tengo que ir a la sauna (espero que no viera la cara que puse a través del retrovisor)
-Mire. Se lo voy a contar. Es que tengo los "triciclos" altos. (Madre! a que me tocó el que no anda bien de la cabeza!) Es que verá. A mi me gusta mucho ir a tomar todos los días unas sidrinas y picar unos choricinos y echar unos cantarinos en una sidrería que se llama... (ni me acuerdo) y que tiene usted que conocer.
-Pues no, porque no bebo sidra que me hace un daño mortal.
-Bueno, pues el caso es que estaba yo tomando la mi sidrina cuando me acordé que al día siguiente tenía que ir a hacer unos análisis y ver cómo tenía de altos los "triciclos". Lo comenté con un amigo: Mañana el médico me mata! Voy tener los "triciclos" por la nubes. Y si va conmigo la parienta, esa ya  me remata del todo. Y va y me dice mi amigo que no me preocupe, que con ir a la sauna está todo listo. Total, que empecé a ir a la sauna sin ninguna fe. El primer mes, no noté nada. El segundo mes, aquello empezó a mejorar. Y a partir del tercer mes, oiga! me desapareció todo!. Total que ahora el médico y la parienta creen que estoy tomando las medicinas y haciendo régimen y resulta que es mentira. Voy a la sauna tres veces por semana y estoy como un reloj!. Menos mal que en ese momento llegué al hospital porque no podía contener la risa. Así que la gente con la que me crucé cuando subía las escaleras debió de pensar que me confundía y que en vez de ir donde iba tenía que dar la vuelta y marchar al psiaquiátrico porque iba a carcajada tendida yo sola. Es el día de hoy que, cuando me acuerdo, me vuelvo a reir pero, a la vez, pienso ¿y si fuera verdad que los "triciclos" se ponen en su sitio con la sauna sin más? Si algún médico puede contestar que me lo diga que estoy intrigada.
Consejo culinario: Hoy, cortito. Cuando pongas a desalar el bacalao, hazlo siempre colocándolo con la piel hacia arriba porque de esa manera cae más y mejor la sal. Lo de cambiar el agua un par de veces al día por lo menos y conservarlo en la nevera mientras tanto, seguro que lo sabe todo el mundo Que tengáis un buen fin de semana!

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